Es curioso cómo reconocemos muchos mundos imaginarios y sólo admitimos un mundo real. Actualmente se detecta en el ambiente un exceso de realidad y una falta de ilusión. Realizar una película es, en el mejor de los casos, tratar de restituir esta ilusión perdida, ir en contra de ese mundo real que parece devorarnos cuando el panorama se pone gris. Una situación tan gris, como insostenible. Hay días y nubes, luz y tormenta. Y no lo olvidemos: no puede existir una sin la otra.

Era inevitable que escogiera para reanudar nuestras entrañables sesiones de cine-fórum una película, tan enorme, como “Nubes pasajeras”. Una comedia llena de dramatismo, pero salpicada de humanidad. Este último, tristemente, es un concepto que no se incluye en los pronósticos económicos. La Macroeconomía entiende de mercados pero no reconoce la existencia de personas. Comunica una depresión de las cifras, un saldo negativo, por encima de la posibilidad de que hayan seres humanos que luchen y apoyen con lo que tienen, faciliten una salida. Nos hablan de recesión, de contención, decrecimientos, conceptos que atentan contra nuestra naturaleza, nuestra necesidad de crecer y desarrollarnos, esa mente inventora que algunos tienen y, por supuesto, nuestra capacidad de adaptación transitoria mientras ideamos un nuevo plan de respiro y expansión.

En 1996, el cineasta finlandés, el más genial de todos en su país, Aki Käurismaki, se preguntó porqué siendo ese momento Finlandia la nación europea con más índice de paro, nadie urdía una película sobre ese tema. Este maravilloso film es la respuesta. Oscura, divertida, pero también luminosa. Habría que preguntarnos porqué no se hace lo mismo en España: narrar desde el humor más inteligente una visión del drama que, cada día, nos brinda la televisión. Una realidad cruel que no deberíamos admitir como verdadera.

Este jueves, 2 de febrero, a las 20:00h. intentaremos devolveros la ilusión y haceros pensar en Electropura. Será muy divertido. Os espero. Un abrazo,

Dani Gascó